Memoria
Localizado junto a una de las autovías más ajetreadas al borde de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, se alza sobre la ladera SIN CO2 como una piedra volcánica luciendo un reclamo medioambiental. El hombre primitivo en su relación con el paisaje estampó su sello mediante la construcción de montículos artificiales o la reordenación de grandes piedras. Partiendo de la base de que la actuación generaría una huella de carbono menor que si se demoliera el propio edificio, esta intervención propone convertir la edificación en un hito paisajístico que reivindica sostenibilidad revistiéndolo con hormigón gunitado que captura y atrapa las emisiones de CO2. Se le añade dinamismo a la intervención a través del vaciado con moldes en la fachada sur y norte que revelan el revestimiento preexistente con un mensaje de concienciación medioambiental. Esto lo convierte en una pieza pétrea que dialoga entre la ciudad y la autopista.
La edificación preexistente albergaba una subestación de alta tensión, alzándose como un elemento de distorsión del paisaje. El proyecto forma parte del Plan Regeneración Paisajística del ámbito de la red principal de carreteras de la isla de Gran Canaria, promovido por el Cabildo de Gran Canaria. Tomando la decisión de convivir con la realidad construida, se acometen tres problemas sustanciales que afectan al ámbito de actuación: La mejora paisajística del ámbito de la autovía GC-2, la prevención de actos vandálicos que lo deterioren exteriormente integrándolo con su entorno y la reducción del CO2. Con la solución proporcionada se asegura una simbiosis de las tres cuestiones planteadas. Dentro de este programa para la recuperación del paisaje, la jardinería como arte ligado a la arquitectura y sistema para el tratamiento del territorio puede tener un papel decisivo en el futuro. En cierto sentido, con la jardinería se recuperaría la búsqueda de una relación espiritual de disfrute entre las partes y el todo. El plano del suelo se devuelve a un estado natural y orgánico con la formación de una topografía variable que forma unos parterres cóncavos que albergaran Cardones (Euphorbia Canariensis).
La transformación inducida de este pequeño paisaje podría significar una reconciliación de las necesidades de esta ciudad con el medio físico. La formalización de estrategias ambientales dentro de la ciudad podría mejorar temas muy señalados hoy en día: el control y la mejora de los distintos microclimas dentro de la ciudad, el impacto sonoro, la contaminación ambiental, y en general, la mejora sicológica del espacio urbano como máxima expresión de lo social. La mejora y conservación como tal constituye una de las tareas fundamentales de la práctica contemporánea, donde la relación de la arquitectura con el paisaje debe transformarse, para empezar a considerar la preservación del medio urbano desde la irreversibilidad de los procesos en curso.
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