Memoria
La reforma ‘Vivienda en La Playa de las Canteras’ se desarrolló en el barrio costero de Guanarteme, en el istmo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. La vivienda en cuestión se ubica en un edificio de fachada escalonada, situado en primera línea de la avenida de la Playa de las Canteras y con unas imponentes vistas al mar y a sus atardeceres.
En su estado anterior, la casa era de tipología alargada con dos patios interiores y con la fachada en el lado opuesto del acceso. Un pasillo largo y sinuoso se extendía desde la entrada hasta los espacios habitables, dirigiendo a las distintas dependencias de la vivienda. El salón y el dormitorio principal se abrían hacia un espacio acristalado y techado con aluminio que servía de zona de almacenamiento y que dificultaba las vistas hacia la playa de las Canteras.
La reforma de la vivienda tuvo dos objetivos principales: reducir el recorrido del pasillo de entrada y abrir la casa hacia el mar. Para ello, se eliminó el espacio techado con aluminio y se recuperó el espacio original de la terraza. También se reconfiguró la distribución interior abriendo todos los espacios posibles hacia la playa de las Canteras, entre ellos la cocina, que hoy está unida al salón. Esta nueva configuración permite disfrutar de las increíbles vistas.
La reforma convirtió la entrada en un espacio de almacenamiento y biblioteca. A partir de aquí, el espacio se abre a la cocina y salón por medio de una diagonal que enmarca las vistas de la playa y que dota de un carácter único al comedor, que se convierte en el corazón de la casa.
A través del salón se accede al dormitorio principal, con baño en suite, cuya entrada queda integrada ahora en el frente de armario del vestidor. Este baño cuenta con una cabina de ducha que asume la geometría trapezoidal generada por la diagonal del comedor.
Tanto el salón como el dormitorio principal se abren a la nueva terraza, transformando el antiguo espacio residual de almacenamiento en el principal atractivo de la vivienda. La terraza se dotó de un mueble de hormigón que es la continuación visual del sofá del salón. Este mueble hace a su vez de banco y de encimera (provista de fregadero y almacenamiento) para disfrutar de comidas y festejos en el exterior. La continuidad del sofá y el banco de hormigón de la terraza genera la relación espacial entre ambos ambientes, que se unifican cuando las puertas correderas de la terraza se abren. El control solar de la terraza está planteado con un toldo automático que regula su apertura a gusto del usuario.
Los techos de la vivienda se proyectaron integrando las vigas de canto preexistentes del edificio. De esta manera, el espacio queda ordenado visualmente. Conforman los volúmenes de cada estancia que cambian de altura en función de sus usos y permiten una distribución espacial abierta y continua. La altura de estas vigas prexistentes define, a su vez, la altura de las puertas, la cocina, los armarios, la carpintería exterior y los revestimientos de los baños, creando una atmosfera de armonía y orden en toda la vivienda.
La elección de los materiales crea una atmósfera serena y limpia con el objetivo de potenciar las vistas de la playa y del horizonte.
Ubicación