‘House O’ en la calle Santa Juana de Arco, Las Palmas de Gran Canaria

Ubicación
C. Santa Juana de Arco 32. 35004 Las Palmas de Gran Canaria
Año de terminación
2021
Superificie construida
205,00 m2

Estudio
Arquitecto
Ancor Suárez Suárez
Arquitecta
Leticia Romero Hernández
Arquitecta colaboradora
Marta Hernández Lladó
Arquitecto colaborador
Francisco Javier Acien
Promotor
Particular
Constructor
Zar y Mar SL
Carpintería
Lomo el Marco SL
Fotografía
David Rodríguez Rodríguez


Memoria

House O trata la reforma integral de una antigua casa unifamiliar entre medianeras en el céntrico barrio de Arenales, en Las Palmas de Gran Canaria.

Con una sola fachada, orientada al suroeste, y 14 metros de profundidad la vivienda original, de dos plantas de altura, presentaba un interior excesivamente compartimentado y oscuro, algo aliviado por la presencia de dos patios en el centro de la parcela. A estas condiciones iniciales se suma la petición del cliente de prescindir del patio principal de la casa con el fin aumentar la superficie de las estancias.

El proyecto afronta un conjunto de estrategias que, abordadas de manera particular, se complementan para transformar completamente la vivienda en un espacio doméstico más abierto y flexible, alejado de convencionalismos.

Uno de los principales objetivos de la intervención consistió en conducir la luz al interior. Para ello se eliminan divisiones, se amplían los huecos existentes y se reformula la idea de patio proponiendo, frente a su desaparición, una alternativa que se convierte en uno de los principales impulsos de la nueva intervención: una grieta de luz, un pequeño colchón vegetal que funciona como centro de gravedad de la nueva vivienda y elemento de transición entre los usos público y privado. La actuación respeta la memoria del antiguo patio mediante un refuerzo estructural visto y un gran lucernario que conservan la huella original y remiten en esencia al vacío que en su día existió.

En este nuevo micropatio se abre un gran óculo de dos metros de diámetro que conecta el jardín con la zona de día, generando un telón de fondo vegetal en la vivienda. A esta apertura, disruptiva y contundente, se añade en segundo plano una celosía que tamiza la entrada de luz en el dormitorio principal y refuerza la teatralidad de este espacio. Se introduce a partir de aquí un nuevo lenguaje formal, un conjunto de perforaciones circulares de distinta escala que se reparten por la vivienda, multiplicando tanto la entrada de luz como las relaciones visuales, estableciendo nuevas conexiones en planta y sección.

Más allá del valor arquitectónico que pueda apreciarse en la arquitectura original, intervenir en una edificación antigua requiere un cierto nivel de respeto a la memoria de lo construido. En este sentido, resulta de interés el conjunto de vigas de cuelgue que define la estructura en la zona más próxima a la fachada. Se decide significar la presencia de las jácenas presentando un interior deliberadamente inacabado, en el que una junta coincidente con la cara inferior de las vigas, a 2,50 metros de altura, recorre todo el perímetro interior de la vivienda estableciendo el límite de la nueva envolvente. Así, esta cota define la línea de remate de los elementos añadidos como mobiliario, puertas y revestimientos. A partir de esta altura, la intervención desnuda los paramentos interiores, rescatando texturas y sistemas constructivos originales a los que se añaden, como capas superpuestas, instalaciones y refuerzos estructurales, quedando todo a la vista. Esta operación de decapado se traslada a la escalera, que se desarrolla en constante relación con el resto de la casa.

En el plano material, se recurre a la madera de pino para panelar el pasillo y camuflar las puertas de acceso a dormitorios y baños. Se emplea también el pino al natural para el diseño del mobiliario, exceptuando las zonas húmedas, que se definen como espacios monocromáticos en los que resaltan las texturas de los distintos materiales.


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