‘Vivir el mar’. Vivienda en Taliarte, Telde

Ubicación
Taliarte. Telde
Año de terminación
2020
Superificie construida
110,73 m2

Arquitecta
Silvia Espino Dávila
Arquitecto
Alexis Hanna Castellano
Arquitecto colaborador
Daniel Castañeda Yanguas
Arquitecta colaboradora
Victoria Pérez Ferreras
Promotor
Particular
Carpintería
Juan Lopez Decomark SL


Memoria

Llega a nosotros un encargo de reforma integral en una vivienda plurifamiliar.

Un piso en un edificio de 3 plantas en primera línea de mar.

Existe una vinculación visceral importante entre el cliente y el edificio, éste fue construido por su familia y lo han disfrutado juntos desde su infancia, con lo que estamos hablando de un espacio cargado de recuerdos y emociones.

Pero aún con todo esto como telón de fondo el mismo propietario de la vivienda tiene claro, y así lo trae a nuestra primera cita, que el verdadero protagonista de esta intervención es el MAR. El motivo de la reforma es actualizar la vivienda, pero el sentido profundo de la misma es conectar ese trozo de Atlántico con el espacio que él desea habitar.

Las construcciones más comerciales de la época, años 60 y 70, eran construcciones muy compartimentadas, muy loteadas y cerradas en cuanto a los usos y, proyectadas, la mayoría de ellas, entendiendo la conexión con el exterior a través de un balcón, una terraza o una ventana más o menos grande.

Aquí, en su origen, encontramos un espacio organizado por un pasillo que dividía la vivienda en dos partes dando acceso a las diferentes dependencias, dos de las cuales daban a la terraza a través de una ventana y de una puerta corredera respectivamente.

Es esta intención de abrir el espacio al mar la que nos impulsa a dividir la vivienda en 2 crujías funcionales (dos anchos de desarrollo de uso) perpendiculares a la fachada (el gran cuadro que enmarca el MAR).

Esas dos franjas de organización quedan separadas por un gran “tabique central”, un paño divisorio de madera que, a la vez que contiene, “soporta” y relaciona las dos franjas entre sí.

Este panel divide toda el área principal de la vivienda dando lugar a una franja más estrecha que contiene los espacios privados: el dormitorio, el baño principal y un gran vestidor-estancia hacia el patio central; y otra franja más ancha por donde tiene su acceso la vivienda, a la vez que recoge la cocina y el estar-terraza.

Por otra parte, al fondo de la vivienda se encuentra un área más accesoria que da lugar a otro baño secundario y a una habitación de invitados.

El mencionado y presente panel central, tal como comentamos, divide estas dos franjas donde se desarrolla el programa principal de la vivienda, pero además de dividir, relaciona ambas crujías. El tabique de madera puede abrirse generosamente en el tramo que une dormitorio y salón a través de una importante apertura del mismo que posibilita la unión de ambos espacios, a la vez que permite abrir la apertura de la perspectiva al mar desde la cama. En esta área se transforma el concepto de división justo en lo contrario: relación. Por otro lado, el tramo que divide cocina-comedor y baño principal se eleva del suelo dejando pasar el pavimento al otro “territorio”, así es como la luz se cuela en ambos sentidos para contarle “al otro lado” que algo está ocurriendo allí: aquí en lugar de relación hay percepción. Otro punto de comunicación es la conexión entre el vestidor y el vestíbulo de entrada; otra fisura que da paso directamente desde la “casi entrada” al área privada de la vivienda.

Desde cada una de las franjas se puede contemplar el MAR, desde cualquiera de sus puntos, de tal manera que la privacidad dentro de las mismas la generan, cuando se ha necesitado, tabiques de cristal ahumado. O bien se cierra a la luz total o veladamente a través de cortinas textiles.

Asimismo la propia barandilla de la terraza ha sustituido a otra que estaba constituida por un pretil de fábrica y un pasamano de madera. Esta nueva de vidrio limpio hace de bisagra entre el océano y la vivienda con lo que a nivel perceptivo el mar casi forma parte de la misma.

Los materiales, el color y las texturas también tienen un papel importante en la construcción de la propuesta.

Se escogen materiales directamente en relación con la naturaleza (hormigón (piedra), madera de Nogal, textiles naturales y piel) y cobran intenciones tan relevantes como marcar y diferenciar el territorio de cada una de las crujías (el diurno y el nocturno).

Por otro lado, el color, que vino como idea muy clara de la mano del cliente, nos pareció en ese preciso contexto una oportunidad para experimentar con la controlada reflexión de la luz y dar lugar, así, a la posibilidad de que las sombras y las luces decidan donde quedarse! Generar, de esta manera, recogimiento e intimidad en el interior para que el brillo de la luz recaiga fuera, sobre el MAR.

El mobiliario, diseñado expresamente para la vivienda, la recorre mientras se transforma y le da volumen según el uso al que da lugar generando así un espacio fluido, con posibilidad de generar intimidad pero con la capacidad de abrirse al exterior.


Ubicación