Memoria
Se trata de un proyecto de reforma de una vivienda unifamiliar protegida dentro de una parcela de ciudad jardín. Consta de tres edificaciones, una principal exenta con la propia vivienda de dos plantas de altura con torreón superior en la azotea, otra en la parte posterior con una dependencia, aseo y almacén y una última de garaje para un vehículo.
La vivienda se encuentra dentro del Catálogo General Municipal de Protección, con catalogación ambiental y la siguiente descripción: “La originalidad del edificio se desprende del uso desprejuiciado de una serie de volúmenes, formas y elementos decorativos provenientes de múltiples fuentes. Destaca la torre cupulada con remate de alero donde encontramos huecos mixtilíneos apuntados o de herradura, un balcón sobre canes metálicos o un bay-window con alero de teja. Esos elementos – y algunos más – los seguimos encontramos en torno al bloque compacto de la casa”.
Y también se encuentra el edificio dentro del libro de “Los Torreones Miradores de Las Palmas de Gran Canaria. Vocación Atlántica y Esplendor Burgués. 1857-1940” (autores: Josefina Domínguez Mújica, Claudio J. Moreno Medina, José Concepción Rodríguez y Ramón López Caneda), en el que se menciona que el año de la solicitud de la licencia es 1927, figurando como promotor D. Francisco Alemán Suárez, siendo el Arquitecto D. Eduardo Laforet Altoaguirre, y describiéndose de la siguiente manera: “D. Francisco Alemán Suárez presentó ante el ayuntamiento, en 1927, una solicitud para construir un chalet en la antigua calle D de la urbanización de Blandy. El inmueble, cuya factura se debe a D. Eduardo Laforet Altoaguirre, es de dos plantas y cuenta con un espléndido torreón de sección cuadrada, situado en el ángulo noroeste del edificio. En este último se colocaron cuatro tejadillos muy volados, sobre ménsulas, que se rematan con una media esfera de cubierta de cerámica vidriada, delimitada por un antepecho en forma de merlones escalonados. En el cuerpo alto del torreón se abren ventanas adinteladas, a las que se superpone un arco peraltado de medio punto ciego. En la parte interior, el paramento se decora con siete merlones escalonados rehundidos. Dos falsas claves coronan los arcos que cierran cada uno de los vanos. En los extremos de cada cara se colocaron rombos de cerámica vidriada. En la segunda planta, el torreón queda singularizado en la fachada porque en él se adelanta una dependencia en forma de “bay window”, cubierta por un tejado de tres vertientes, con vanos adintelados. Por tanto, obedeciendo a pautas propias del eclecticismo, se combinan en este torreón arquitectónicos de muy variada filiación estética, desde el neomudejar de los merlones y la cúpula vidriada, a los elementos del “cottage” inglés. Este edificio albergó años más tarde la sala de fiestas “Flamingo”.
La intervención se podría dividir en dos partes, por un lado, el exterior de la misma, con protección ambiental donde la actuación será del tipo conservación y consolidación, o labores que dejen el edificio como está actualmente, sin alteración de los acabados que lo caracterizan. En el que se utilizarán los mismos materiales existentes o, en todo caso, sustituirlos por otros de las mismas características mecánicas y cualidades de color, forma y aspecto. Junto con las obras necesarias para evitar el desplome o la ruina del inmueble protegido. Se utilizarán materiales cuya función estructural sea la misma que la original, de tal forma que no entre en contradicción con el funcionamiento mecánico cuyo problema se intenta resolver. Y, por otro lado, las actuaciones interiores, que tratarán de devolver la vivienda a un estado habitable en la época actual, sin perder de vista el edifico histórico en el que se realiza el proyecto, conservando aquellos elementos de importancia que no se encuentren en mal estado (o actuando en ellos para no dañarlos), respetando la estructura tipológica original y características morfológicas, adaptado a la época actual.
Para los acabados y actuaciones interiores, la intervención será del tipo rehabilitación, buscando la habitabilidad de la vivienda e intentando conservar todos los elementos interiores -edificatorios y ornamentales- de importancia, respetándose en lo posible la estructura tipológica original del edificio, así como sus características morfológicas.
La distribución interior es la misma que tenía anteriormente, pero con unas pequeñas modificaciones. En planta baja se amplía el aseo existente para poder ubicar una ducha y ser más accesible, creando un paso entre el actual despacho y la cocina para hacer está ultima mayor y con una zona de office. El resto de la planta se deja con su distribución original.
En la planta alta, se crea un nuevo baño para la habitación principal, dentro del vestidor propuesto y al lado del baño actual para evitar crear más recorridos de las instalaciones y sin modificar los huecos de fachada de la vivienda. Y en la azotea, el cuarto de lavadero por practicidad de la vivienda, pasa a la sala exterior en planta baja y se transforma en un baño.
Respecto a las edificaciones anejas, el garaje permanece en su estado original y el aseo exterior se une con el almacén creando un baño con acceso exterior y desde la sala interior. El resto de las actuaciones a realizar irán destinadas a la actualización de las instalaciones, junto con los acabados de toda la edificación.
En el caso de la cúpula, según cuenta la anterior propiedad de la vivienda, la original de cerámica vidriada se cubrió con una pintura impermeabilizante para proteger el interior, pero con esta acción se descarta casi totalmente la recuperación original de la cúpula. Con lo que se opta nuevamente por la restauración, con la aplicación de un mortero elástico de agarre entre el impermeabilizante y la nueva propuesta de cerámica vidriada.
Ubicación