Rehabilitación de la grada de tribuna en el parque urbano en el antiguo Estadio Insular, Las Palmas de Gran Canaria

Ubicación
C. Manuel González Martín, 35006 Las Palmas de Gran Canaria
Año de terminación
2020
Superificie construida
4.051,04 m2

Arquitecta
Elsa Guerra Jiménez
Arquitecta
Noemí Tejera Mujica
Arquitecto
Juan Rafael Pérez Cabrera (estructura)
Ingeniero de CCyP
Alejandro Martínez Díaz (dirección estructura)
Ingeniera Industrial
Carmen Mª Dávila Cárdenes, Geursa (electricidad y alumbrado)
Aparejador
Francisco J. González Herrera, Meco (presupuesto)
Aparejador
Antonio Santana Díaz, Geursa (obra)
Ingeniero técnico
Dionisio Rodríguez Esparragón (telecomunicaciones)
Promotor
Geursa, Sociedad Municipal de Gestión Urbanística de Las Palmas de Gran Canaria
Constructor
Conacom SA
Aluminios
Didein
Luminarias
Iguzzini
Pavimentos
PVT
Fotografías
Nacho González Oramas y Noemí Tejera Mujica


Memoria

El Parque del Estadio Insular constituye un lugar de encuentro entre diversos ámbitos y tramas de la ciudad: la ciudad del ensanche y la ciudad jardín. Esta zona presenta un déficit acusado de espacios libres, por lo que resulta evidente la relevancia de este espacio verde en la capital y, en particular, para la ciudadanía de su entorno próximo. La Grada de Tribuna se configura como el umbral de encuentro entre el parque y su contexto urbano. Su papel excede el de ámbito complementario del parque y abre la posibilidad de implementar las dotaciones públicas de los barrios colindantes: Alcaravaneras y Ciudad Jardín.

La Grada de Tribuna es uno de los elementos más característicos del antiguo Estadio Insular, proyectado por Fernando Delgado e inaugurado en 1944. Hasta el año 2003 se trata de un espacio deportivo, estadio habitual en el que ejerció como local la Unión Deportiva Las Palmas pero, sobre todo, se entiende como un lugar de encuentro e identificación de isleñas e isleños. Su estructura porticada de hormigón con su singular marquesina está sujeta a protección como elemento patrimonial. Estos condicionantes, en suma, hacen referencia a un ámbito de grandes valores patrimoniales culturales y de alta significación social.

Los objetivos generales del proyecto pueden sintetizarse de la siguiente manera: potenciar la relación transversal del parque con el contexto urbano con el objetivo de contribuir a la permeabilidad de la ciudad y a la continuidad de su estructura verde; poner en valor los elementos patrimoniales histórico-arquitectónicos -vinculados fundamentalmente a la estructura porticada-; e incorporar un nuevo uso que se traduce en dotaciones socio-culturales como parte del parque urbano para dar respuesta a las demandas consensuadas y participadas de las vecinas y vecinos.

En relación a la configuración espacial, la edificación se propone como un umbral equipado. Hacia la calle Manuel González Martín, este umbral se materializa a partir de una malla exterior que envuelve la estructura y pone el acento en tres episodios de fachada, con ligeros voladizos que vuelcan la edificación hacia el contexto urbano. Hacia el parque, la chapa plegada en V se despliega en una sucesión de espacios bajo la pérgola. Las imágenes de los partidos de fútbol del Insular vienen a menudo enmarcadas por la marquesina de la Grada de Tribuna y presentan la relación entre el espacio edificado y el espacio libre. La puesta en valor de la estructura porticada como elemento patrimonial se aborda desde su propia configuración como umbráculo bajo la historia del lugar. El proyecto dialoga con la ciudad a través de los 32 pórticos de tal forma que son protagonistas en la configuración de la fachada urbana y del umbráculo sobre las terrazas y graderíos. La mejora de la articulación entre el parque y la ciudad se traduce tanto en la configuración espacial de la edificación como en el programa de usos.

A nivel programático, el proyecto responde a un área dotacional socio-cultural, con el fin de complementar las actividades colectivas propias del parque y fomentar el encuentro ciudadano. Este conjunto está formado por dos piezas con cubiertas plegadas, y parcialmente ajardinadas, que albergan: tres salas multiuso de tamaño medio, una sala de reuniones abierta al parque de pequeña escala y los servicios del parque (área de control, aseos, instalaciones y almacenaje).

La actuación en su conjunto abarca 4.051,04 m2, de los que 1.204,87 m2 corresponden a la ampliación de la acera de la calle Manuel González Martín. Como espacios libres del parque se suman 2.505,07 m2 y se incorporan 1.437,74 m2 de superficie dotacional socio-cultural.

La configuración volumétrica de la nueva edificación se presenta como un nuevo paisaje. La galería porticada de planta primera se convierte en parte del parque: conecta las terrazas, las áreas ajardinadas y las zonas de estancia que conforman la cubierta de las nuevas salas dotacionales. Esta configuración incorpora al parque nuevos recorridos adaptados, distintos ámbitos de estancia y miradores bajo la sombra generada por la nueva pérgola. El corredor en la planta baja hace las veces de distribuidor de las salas y discurre en paralelo a la calle, asumiendo su misma pendiente.

La apertura central se amplía, de la mano de la traza de la calle Más de Gaminde. En este ámbito de acceso principal se sitúan los servicios complementarios del parque. A partir de una sucesión de escaleras, terraza y ascensor, se subraya la conexión entre la calle Manuel González Martín y el Paseo de Chil, con lo que se multiplica la capacidad de recorridos posibles entre los diversos niveles del parque.

El ámbito de la antigua grada de tribuna marca la traza hacia el parque de la nueva edificación. De este modo se rescata el valor de la sección del conjunto y pueden apreciarse las cualidades dimensionales y espaciales de la estructura porticada. La referencia de la antigua Grada de Tribuna se traduce también en la configuración de las cubiertas como una sucesión de terrazas transitables, que incluyen soluciones de graderío, tumbonas y miradores como lugares de estancia hacia el parque y hacia la ciudad. Como seña identitaria se señalan los saques de esquina del antiguo campo de fútbol, a partir de escuadras a 90 grados iluminadas sobre el pavimento a modo de corner .

Las características más destacadas del conjunto son: la transparencia en relación con la nueva sección de calle; la forma plegada que se traduce en nuevos graderíos; el uso del color y la estructura verde -jardinería y arbolado-.

La transparencia se configura mediante el conjunto de los amplios ventanales, lucernarios y el patio, que abren las salas hacia el parque fomentando la relación interior-exterior de cada ámbito, así como con la elección de la malla metálica que envuelve la estructura porticada y configura la fachada urbana.

La forma plegada es la respuesta formal a la reinterpretación de la antigua grada. Despliega los volúmenes que emergen hacia el parque y se traduce en la configuración de las terrazas y en los ámbitos de estancia del parque elevado.

El color caracteriza los volúmenes de las salas. Como sistema destacado del conjunto, la jardinería y el arbolado singularizan el color base de la edificación. El arbolado exterior enlaza con la estructura verde de la calle Más de Gaminde. La jardinería se dispone hacia el parque en ambas cotas: en la cota baja se configura en el encuentro entre la edificación y el espacio libre con diversas especies -incluyendo varias ya existentes en el parque- entre las que destacan las de crecimiento más vertical que se suman a la propia fachada; y en la cota superior, a modo de ámbitos singulares de la nueva topografía, se sitúan los jardines en cubierta. Estos jardines fueron diseñados para para reducir el consumo de agua gracias a la utilización de los recursos útiles para el óptimo crecimiento de especies ornamentales afines (de cubrición y endémicas).

El proyecto de iluminación constituye asimismo un aspecto relevante de la edificación; su configuración destaca la legibilidad del proyecto y pone de manifiesto los valores patrimoniales del mismo.


Ubicación