Memoria
Desde las viviendas se oye el mar. No están en primera fila, pero muy cerca de la playa de callaos del Pajar. La parcela es estrecha y en forma de U abierta a un parque público.
Se trata de 49 viviendas, cada una de ellas con un pequeño jardín, al que se quiere dar el carácter de habitación extra al aire libre y por ello, necesitada de cierta privacidad. De ahí la forma final del proyecto, que con sutileza trata de lograr espacios exteriores propios y de señalar la individualidad de cada casa.
Se organizan en tres tipos diferentes, el primero tiene sección en L y se encabalga sobre el espacio del salón común. El segundo, resuelto también en dos plantas, genera por su disposición una gran terraza en planta alta, porque da a la calle de acceso a la urbanización y trata de lograr un espacio propio de mayor privacidad. El tercer tipo se resuelve en planta única, con un núcleo central de cocina-baños ocupando su centro, y sin llegar al techo. Estos se dejan en hormigón visto en todos los casos.
El salón común, con la cafetería y un pequeño restaurante se resuelve en rampa entre dos niveles, enfatizando la continuidad espacial. El desnivel se pone de relieve y acentúa por la linealidad de la mesa-barra de color naranja, situada en la entrada, y suspendida mediante tirantes metálicos del techo. La secuencia continua se remarca también por el ritmo de los pórticos de hormigón visto, y el entrevigado en forma de U del falso techo acústico de madera.
La piscina colectiva y el solario se sitúa en alto, encima de las viviendas, asomándose al mar. Desde el interior del agua se ven las antiguas casuarinas – acostumbradas a vivir a los pies del mar – y más allá el horizonte. La plataforma de la piscina configura un gran plano curvo y ascendente, que se eleva desde el ascensor hasta la plataforma de baño. Este extenso plano rampante de madera se troquela sucesivamente para lograr mesetas horizontales donde situar las hamacas.
A toda la jardinería del proyecto, se le dio mucha importancia, enfatizando la sombra natural y el frescor de la vegetación, pero también la presencia contigua de las fincas de plataneras. La jardinería frondosa, la sombra de la tarima de cubierta, las terrazas y las ventilaciones cruzadas, tratan de evitar el efecto isla de calor y la necesidad de acondicionamiento artificial en el complejo.
Ubicación