Memoria
Fue inevitable pensar en Playtime de Tati al organizar este espacio administrativo. La película juega con la ironía del laberinto, pero también, desde su propio título, con lo lúdico, cuya versión de algún modo infantilizada invade hoy las oficinas de Silicon Valley. Pero por encima de ese aspecto formal, hay una verdad insoslayable en el creciente vínculo entre el trabajo y lo lúdico iniciado ya en los años 60 del siglo pasado. Consiste en una nueva forma de relación basada en equipos menos jerarquizados, en grupos abiertos, en los que el contacto y el intercambio, en gran medida se produce en los momentos de descanso. Relación que, con el Covid y la consiguiente acentuación del teletrabajo, se hace aun mas dispersa, y menos dependiente del espacio físico propio y especifico.
Esta pequeña oficina de IBAUMA, trata de reflejar ese espíritu, a partir de la búsqueda de unos espacios abiertos, de trabajos colectivos, en los que la distancia entre los usuarios, unido a su aleatoriedad, es la que facilita la independencia.
El local se encontraba escalonado en dos niveles, lo que constituyó una oportunidad para sacar partido del espacio rampante, y lograr una visión global y abierta de las oficinas. Se trataba de conseguir un gran espacio abierto, organizado a partir del mobiliario en grupos de trabajo. Como contrapartida, se desplazaron los espacios cerrados al perímetro, concentrado los espacios cerrados (salas de reuniones, algún despacho) detrás. Los archivos y los aseos se situaron también detrás del panelado común del fondo. El espacio principal resultante acentúa así su protagonismo, quedando unido por una larga rampa “promenade” que articula y da sentido al proyecto.
Ubicación